Posts etiquetados ‘Autocaravana Sierra Grazalema y Ronda’

 

IMG_8404Empezamos esta pequeña aventura haciendo noche en Antequera, que cuenta con área de autocaravanas junto al polideportivo. Esta pequeña ciudad merece la pena ser visitada, gastar unas horas callejeando o comiendo en sus innumerables restaurantes típicos. A la tarde nos acercamos a hacer el famoso Caminito del Rey, cruzamos el parque natural que cuenta con algunas zonas de parking a ambos lados de la carretera que lo atraviesa, aunque para las autocaravanas no hay suficiente espacio, así que mejor llegar temprano o al final del día, que es cuando se encuentra aparcamiento. Nosotros pudimos dejarla pasado el hotel del Conde de Guadalorce y cogimos nuestras bicis. Llegamos al restaurante «El Kiosco» y de allí nos dirigimos por un sendero de montaña hacia la entrada del Caminito, sin tikets ni nada. IMG_8412Al llegar los pudimos comprar allí mismo sin problema, aunque recomendamos hacerlo por internet. El recorrido es una preciosidad, se anda casi todo el tiempo por pasarelas de madera colgantes de las paredes montañosas de un gran desfiladero, con vistas espectaculares a un cañón estrechísimo por donde discurre una gran cantidad de agua y donde las rocas alcanzan una altura descomunal. El recorrido lo hicimos en 2:15h, luego cogimos el bus que te devuelve al inicio (10€ +1,55€ / persona todo).

 

 

 

 

Tras ello nos dirigimos a Setenil de las Bodegas (Cádiz), aparcamos a la entrada del pueblo, en el parking del colegio.Este pueblo guarda la arquitectura típica de la Sierra de Grazalema, con la peculiaridad de tener las casas en los tajos de la roca formados por el curso fluvial. Pasear por sus calles, junto al río y sus miradores nos sorprendió mucho de este bonito pueblo andaluz.

 

 

 

A la tarde fuimos a la Cueva del Gato, una aventura en las paredes montañosas de esta imponente sierra de donde sale tal cantidad de agua que lo hace un sitio mágico, con una piscina natural donde poder bañarse entre chopos y encinas.IMG_8451

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para hacer noche nos marchamos a Montejaque, un pueblecito también de la sierra donde perderse por sus estrechas y blancas calles. Aparcamos en la calle principal donde más se ensanchaba.

En estos pueblos, pese a estar poblados, no vimos a penas gente, descansamos y a otro día nos fuimos a hacer carretera y bici hacia Cortes de la Frontera, otro bello pueblo blanco con un impresionante recorrido junto a montañas de gran porte arenisco y granítico. No visitamos la cueva de La Pileta (10€ con reserva) pero es otra joya del lugar que permite conocer las entrañas de esta imponente sierra.

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A la vuelta hicimos el sendero de las Angosturas del Río Guadalón, cómo no con nuestras mulas, nuestro mayor placer, pero vaya senderito de piedras, cuestas, estrechos pasos al abismo y escalones que para nada es de ruta BTT, mas bien de cabra BTT, pero el entorno y el paisaje es tremendo, de grandísima belleza, escarpado y frondoso a base de encinas y quejigos, aquí los bosques son de perderte y no querer salir.

 

 

Llegamos de nuevo a Montejaque y como somos así pues nos siguió dando el deseo de mas bici y nos hicimos una última ruta en el día que bien os recomendamos hacer si o si. IMG_8484Se llega por un camino que sale desde el mismo pueblo dirección noreste y ahí comienza un entorno sin igual, porque esto de rodearse de montañas rocosas, simas, prados, tajos, cuevas, riscos, bosques de alcornoques, encinas, puentes romanos, arroyos serpenteantes entre piedras graníticas cubierto todo ello de una alfombra de musgo verde y salpicada de hojas color ocre se te queda todo grabado en la retina, y en el corazón. La sensación que nos dejó estar en este lugar la recordaremos siempre y la recomendamos para aquellos que aman la naturaleza y perderse por ella.

 

 

IMG_8494Nuestro camino a otro día siguió por la formidable Sierra de Ronda, esta vez visitamos el encantador pueblecito de Benalguacil, una villa en lo alto de la montaña con sus callejuelas empinadas y casas típicas de los pueblos blancos, con una peculiaridad, y es que tanto fachadas como calles se encuentran llenas de esculturas, murales y otras obras de arte, todo ello para los ojos del visitante. Tras esta cultural parada seguimos carretera a través de la sierra, con espectaculares vistas a el laberinto de montañas verdes plagadas de alcornoques, encinas, quejigos, pinos carrascos, acebuches y algarrobos.

 

IMG_8504Dejado el monte atrás nos adentramos en la locura de la costa malagueña, circulamos por la A7 que no hay peaje pero el tráfico es muy intenso, todo plagado de edificación sin a penas verde o un hueco de playa sin explotar. Huyendo de la masificación llegamos a Nerja, aparcamos junto al parking municipal que se encuentra en la parte trasera de la población para hacer la ruta del Río Chíllar, todo un cauce entre cantos brillantes, cañas y pinos, el sitio es magnífico pero la ruta la hicimos por el mismo cauce y había demasiada agua, por lo que no pudimos avanzar mucho recorrido, pero sabemos que este lugar merece mucho la pena pues se llega a un punto donde se estrecha el río y se convierte en un cañón de gran belleza, aquí recomendamos mejor hacerla en primavera u otoño que se encontrarán con menos agua seguramente y llevar calzado impermeable junto a una pequeña toalla.

Tras no poder terminar esta preciosa ruta nos dirigimos a Maro, un sitio tranquilo, con unas bonitas casas balcón. Aparcamos en el parking municipal junto a unos acantilados con preciosas vistas, donde habían mas autocaravanas. Con las bicis visitamos Nerja y este pueblo, grandes diferencias entre ambos en cuanto a aglomeración y oferta gastronómica pero similares en cuanto a estética y belleza. En Nerja vimos también gran cantidad de sitios para dejar la auto. Nuestro último día lo empleamos en hacer desde Maro la ruta del Río de la Miel en bici. Un encantador recorrido adentrándonos en las montañas, barrancos y desfiladeros de la costa, un paisaje que muestra el contraste de la belleza del mar y del campo de interior.

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Así nos despedimos de nuestra nueva aventura, esta vez en una tierra agreste y verde del sur español, vivida gracias a nuestra Fábrica de los Sueños.