Comenzamos esta aventura de 15 días haciendo nuestra primera parada en Tordesillas, lugar tranquilo donde poder pasear por sus calles y ver sus grandes edificios religiosos y la bonita escultura dedicadas a Juana I de Castilla. Aparcamos la autocaravana un gran parking a las afueras de la ciudad y descansamos muy bien.
Otro día comenzamos nuestro destino hacia la comarca del Bierzo, aparcamos la autocaravana en Villafranca del Bierzo, junto al río en una calle suficientemente ancha y desde allí hicimos nuestros desplazamientos en moto por los preciosos valles que se encuentran entre la sierra de Los Ancares.
La parte gallega es más agreste y frondosa que la leonesa, que es más abierta y con cumbres desnudas, tupidas de manto espeso a base de brezos. Visitamos las poblaciones de Balboa, Doiras, Piornedo, Navia de Suarna, Balouta, Vega de Espinareda, Chano (bonitos restos de castros con más de 2000 años) y también el bonito palacio de Canedo, un sitio donde reina la tranquilidad.
A la tarde visitamos Ponferrada, otro lugar de grandes monumentos religiosos y con su precioso castillo visitable. Callejear por sus calles con las bonitas casas bajas de balcones de madera mereció la pena. Otro lugar de bonita visita es Villafranca del Bierzo, donde visitamos todos sus monumentos y a nuestra compañía nos rodeamos de peregrinos que iban camino a Santiago.
Continuando nuestro viaje llegamos a la ciudad de Lugo, aparcamos en una gran área de autocaravanas que está junto a un parque con unas vistas preciosas. Por la tarde visitamos la ciudad amurallada, recorrimos toda la intacta muralla, visitamos el centro de tiendas, sus iglesias y la bonita catedral, que se puede visitar a las 8 de la tarde gratis. Nos pareció una ciudad preciosa, con las típicas fachadas de galerías de madera acristaladas todo en blanco de sus edificios. Cenamos juntos a un restaurante-parrillada que estaba junto al parque, cerca del área de autocaravanas, un bacalao al horno con setas y Jerez, de maravilla y muy barato.
Siguiendo la ruta hacia la costa hicimos una parada en la población de Sobrado, que cuenta con un precioso monasterio barroco, Santa María de Sobrado, que recomendamos visitar (2€), se puede aparcar fácil la autocaravana, luego comimos de menú en un restaurante del lugar, muy rico.
Nuestro siguiente destino fue Fisterra o Finisterre, un bonito pueblo donde dormimos en el muelle del puerto, detrás de la lonja. Visitamos las bonitas calles que tiene este pueblo, con casas de colores, buen ambiente de bares y restaurantes, compramos marisco en la lonja y descansamos en la ac ya que el tiempo no era muy favorable, llovía a manta, de todas formas pudimos visitar el faro, un lugar mágico y con vistas al infinito, lástima que no se viera ese infinito por tanta niebla y que la “vaca” no sonara ya que lo dejó de hacer en el 2011.
Seguimos costa y llegamos a Ezaro, un pequeño pueblo costero que cuenta con un entrante de mar abrazado por grandes rocas graníticas de suaves formas donde al final de este pequeño fiordo nos encontramos con una abundante cascada de agua. Después llegamos a Carnota, seguía lloviendo cual día del juicio final, pero esta tierra es aún más bella cuando despliega sus encantos indómitos. Esta localidad cuenta con la playa y el órreo más largos de Galicia, además de un intenso atardecer que no hay que perderse.
La siguiente parada fue en la ría de Muros y Noia, empezamos visitando la población de Muros, con un bonito paseo marítimo, museo del mar, molinos de las mareas y centro histórico, de bonitas casas típicas, aparcamos junto a la lonja y compramos pescado bien fresco, así pasamos un día tranquilo. Al siguiente visitamos Noia, aparcamos junto a un gran parking, en un muelle que sobresale a la ría, un lugar tranquilo junto al centro que visitamos, bonito pero nos gustó más Muros, pero el entorno de la ría es una auténtica belleza. También visitamos Porto do Son, que nos pilló allí la feria del pulpo, una gran carpa donde podías degustar el octópodo además de churrasco y empanada gallega. Seguimos con nuestra moto la costa, de impresionantes vistas y playas infinitas dominadas por grandes olas espumosas.
Visitamos el Castro de Baroña, antiguo poblado del siglo I d C. en una gran saliente de roca, la playa de Furnas, un lugar especial no sólo por la belleza del paseo sobre pasarela de madera junto a la playa y sus peñas, sino porque allí quedó tetrapléjico Ramón Sanpedro, del que ya conocemos su historia, podremos ver su bonita escultura con el mar de fondo, así como una placa que recuerda el lugar exacto de su accidente.
Continuando con los desplazamientos en moto, pasamos el siguiente día entero en Santiago de Compostela, allí pudimos visitar la Catedral, la Plaza de Obradoiro, callejear por sus calles con un ambiente de peregrinos y turistas, así como visitar la Colegiata do Salt, de estilo románico y curiosas formas a base de bóvedas y columnas deformadas por la inestabilidad del terreno.
Rumbo sur llegamos a Combados, aparcamos en un lugar perfecto, junto a la ría y frente al casco antiguo. Esta población tiene un bonito paseo por la ría, donde se puede ver a las mariscadoras a primera hora de la mañana y una gran plaza junto a un pazo visitable.
Haciendo costa con nuestra moto visitamos La Toja, O Grove y las playas de Piedras Negras, esto último nos encantó, se trata de un paisaje de costa salpicado de roca redonda que deja unas playas idílicas de arena blanca y aguas tranquilas. Nos acercamos también a Portonovo, nada recomendable, a tope de gente, hoteles, restaurantes, tráfico lento y desesperante.
El día siguiente lo dedicamos a hacer la Ruta del Agua y Piedra, entre Barrantes y el monasterio de Armenteira, se trata de un precioso recorrido de unos 7km junto a arroyos, molinos, cascadas, esculturas recreando escenas costumbristas, piedras de muy diferentes tamaños todas ellas cubiertas de un manto verde y rodeado de un bosque exuberante hecho a base de robles, alisos, castaños, laureles y sauces cenicientos, este paseo merece mucho la pena hacer y llegar al monasterio para descubrir el bonito románico gallego. Nosotros comimos allí mismo, un bocadillo de pulpo y una empanada gallega, rico y barato.
A la tarde fuimos a Combarro, pequeña y pintoresca población junto a la ría donde dimos un paseo por los pequeños y coloridos hórreos que se encuentran en la misma fachada costera. Este lugar tiene cercana una área para ac gratuita de preciosas vistas y se encuentra dirección Pontevedra.
Aquí termina nuestra andadura gallega poniendo rumbo ya hacia el sur. Quedamos con unos grandes amigos furgoneteros, teníamos muchas ganas de verles y pasamos un par de días con ellos en la provincia de León, concretamente gastamos un día en el precioso lago Carucedo, aparcamos allí mismo aunque no hay servicios para la ac. Se trata de una zona de gran valor medioambiental, con observatorio de aves, nos dimos un bañito y vimos gran cantidad de carriceros y zorzales comunes.
En nuestra retina una vez más queda grabada esa belleza atlántica de la que goza la encantadora Galicia, el haber estado con nuestros amigos compartiendo ilusiones y con la conclusión de que hay que viajar más al cobijo de la Fábrica de los Sueños.
Los Viajes de Willyfognómada 